Para ser exactos, fue la mayor explosión civil del siglo XIX; es decir, que no sucedió en ninguna guerra. El macabro accidente se cobró la vida de al menos 300 personas en el acto, dejando a otras miles heridas o mutiladas. La envergadura del estallido fue tal que derribó varios edificios de la primera línea de costa, y su carga voló por lo aires, cayendo sobre la población a distancias kilométricas del punto origen… ¿Y lo peor? Que pudo haberse evitado.
Santander - 3 de noviembre de 1893
Eran las 7 de la mañana cuando el Cabo Machichaco, un barco que había zarpado de Bilbao hacía una semana, atracó en el puerto de Santander. En su carga llevaba, entre otros materiales, 1.700 cajas de dinamita y 20 botellas de ácido sulfúrico… Como cabe imaginar, esta combinación no fue la más apropiada.
Sin saberse todavía cómo se produjo, un pequeño fuego se extendió en la cubierta hasta provocar un verdadero incendio. Durante horas el moderno buque de vapor ardió a las puertas del muelle, atrayendo a una gran masa de gente que se acercaba curiosa, desconociendo el enorme peligro que corrían.
Los equipos de bomberos no pudieron hacer nada por apagar las llamas, el ácido sulfúrico y la nitroglicerina ardiendo contactaron con el agua y, hacia el mediodía, estalló la carga. Las vigas y raíles de hierro que transportaba el Cabo Machichaco se convirtieron en metralla contra la población, y la tromba de agua a causa de la magnitud de la explosión arrastró todo al mar. Santander parecía una ciudad bombardeada, en escombros y con cadáveres en cada esquina.
Pudo haberse evitado
El destino final del buque era Sevilla, pero debían hacer escala en Santander para desembarcar algunas cajas de explosivos y otros materiales. Debido a un brote de cólera los barcos debían hacer cuarentena a las afueras del puerto, pero este nunca la cumplió en su totalidad. El capitán no informó a las autoridades de los explosivos que transportaba, pues por seguridad nunca le hubieran permitido fondear en el muelle de Maliaño, pleno corazón de Santander. Comenzado el incendio, en un momento se comunicó que el buque llevaba explosivos, pero las autoridades no desalojaron la zona porque sabían que la dinamita no explota en contacto con el fuego, desconociendo que la combinación del ácido sulfúrico y el agua sería el detonador.
Una historia contada a través del móvil
Desde 2021 existe una actividad que cuenta esta historia de la forma más peculiar: a través de un Escape Room por la calle. Inspirado en los juegos de escapismo, se basa en una aplicación que combina las yincanas tradicionales y los Escape Rooms para crear una ruta histórica inspirada en la explosión del Cabo Machichaco: Tragedia en el Puerto. El objetivo es superar en equipo un número determinado de pruebas repartidas en diferentes puntos emblemáticos del centro, como un free tour en Santander con el que los jugadores aprenden toda clase de curiosidades.
La aplicación se llama Street SKP y la experiencia es 100% digital ya que sólo se necesita el móvil para jugar y no es necesaria la presencia de un guía. Al tratarse de un espacio abierto no existe límite de jugadores, pudiendo competir en multitud de equipos mientras recorren las calles de la ciudad. Un plan para niños y adultos que comienza en el Centro Botín. Puedes reservar en la web de 10:00 a 20:00 y en su cuenta de Instagram te cuentan cómo es la experiencia.
